El entrepiso del Hospital Garrahan es el gran distribuidor central, desde donde se accede a todas las áreas de atención. Es un espacio de tránsito constante, pero también una oportunidad: la de transformar el paso por allí en una experiencia que comunique valores, contenga emocionalmente y genere pertenencia.

En más de 100 metros lineales, desarrollamos una ambientación visual que recorre los pilares institucionales del hospital —resiliencia, empatía, trabajo en equipo, compromiso— a través de murales accesibles y potentes. Cada palabra fue convertida en imagen mediante metáforas visuales comprensibles para niñas y niños. Por ejemplo, la resiliencia se representa con un sapo al que le falta una pierna y, en su lugar, tiene un resorte con el que se impulsa hacia adelante.

Cada mural busca acercar un valor de forma sencilla y emocional. Las definiciones que los acompañan están redactadas en lenguaje claro y directo, pensado para las infancias. El objetivo no es solo decorar, sino también generar sentido: ayudar a que las y los pacientes, sus familias y quienes trabajan en el hospital puedan reconocerse en esos mensajes.

El recorrido también incluye murales más lúdicos: San Martín con fiebre, Belgrano que se pinchó el dedo cosiendo la bandera, y Superman que se acerca al Garrahan porque está enfermo. Estas escenas —muchas de ellas pintadas junto con pacientes y artistas invitados— buscan generar empatía, identificación y un momento de distensión en medio de la rutina hospitalaria.